perdido en lo más profundo de ti.
Porque el verano se fue demasiado pronto.
Y hoy hueles a otoño, a lluvia sobre hojas secas, a chimenea compartida, al calor en tus mejillas y mis manos
buscando las tuyas.
Quién estuviera esta noche viviéndolo,
no desnudándote en el papel.
Porque mis dedos casi rozan tu alma.
Y hoy sonríes más que nunca, jugando como una niña bajo el
sol, desafiando ilusiones a la orilla del mar.
Quién estuviera esta noche llamándote sin hablar,
enmudeciendo
mis labios con tu sabor.
Porque te prometí mil veces más de lo que di.
Y hoy mi libertad lleva tu nombre, el color de tus ojos y el
recuerdo del tiempo que fue de los dos.
Quién estuviera esta noche arropando sueños compartidos,
recogiendo suspiros al viento
y guardando tu risa para siempre en mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario