Removiendo el tiempo

Tu noche se estrella en la cuchara oxidada, donde no existe salida, sólo el cráter del tiempo que remueves despacio, ajeno a ti, esperando a que el tiempo sea eso, sólo tiempo que pase sin más.

Tu rostro es una imagen difusa cuando la llama arde, invisible para el espejo de la realidad, imposible de entender por todos los demás.

Dosis artificial de olvido que generoso te regala lo que un día sin darte cuenta ya no tenías.

Fugaz devuelve tu lugar de calma, la voz que extrañas, nubes sobre celeste, el espacio con ella, el sol en la fría oscuridad.

Pero en el paraíso de los olvidados el amanecer muere rápido.

El espejo seguirá sin reflejo. Ella sin estar jamás. Removiendo el tiempo un día más.