Relatos, cuentos y otras historias…



domingo, 11 de diciembre de 2016

Contigo sin ti

El olor a tabaco me despertará. Y te veré salir de la habitación dejando tras de ti un rastro de humo. Tumbada aún en la cama recorreré con la mirada la grieta del techo. La misma grieta de todas las mañanas, la misma grieta que parece querer partir en dos la habitación.

Volverás a entrar para abrir sin compasión las cortinas de la ventana dejando entrar la luz del día que, violenta y sincera, me devolverá a la realidad. Qué lejos quedará la noche anterior, donde todo se prometerá, todo cambiará y hasta todo parecerá verdad. Y entre aquella seductora nebulosa de mentiras que ambos crearemos, volveré a subir los escalones que me lleven a tu casa, incluso con la osadía de creer haber ganado. Pero no es cierto, contigo siempre pierdo. Y nunca aprendo, aunque me lo apunte a fuego en algún lugar entre el corazón y mi sentido común.

Después de descubrir la mañana ante mis ojos, te quedarás mirándome mientras sonríes. Y me dirás algo que ni siquiera recordaré. Porque en menos de cinco minutos escucharé cerrarse la puerta y sabré que, una vez más, te habrás marchado. Será entonces cuando me quedé sola y perdida en una cama de sábanas frías, odiándote como jamás podría odiar a nadie, odio que sólo podré sentir escasos minutos, hasta volver a amarte por encima de todo.

Me levantaré y recogeré mis cenizas para salir de aquella habitación cual preso sale de su celda, prometiéndome en voz alta que aquella será la última vez que pise tu casa, la última vez que el humo de tu cigarrillo me despierte, la última vez que mire la grieta del techo partirse sobre mi cabeza, la última vez que la luz de la mañana entre por tu ventana para desmaquillarte de lo que nunca fuiste.

No habré cerrado aún tu puerta cuando ya sepa que jamás cumpliré mi promesa.

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