No hay canción más triste que el sonido del portazo de tu adiós. Distancia más larga que la que separa a dos personas, ahora extrañas, durmiendo en la misma cama, soñando en ajenas.
No hay recuerdo más bello que el que nunca se tuvo. Tiempo más perdido que el que no estuve contigo.
Y cuando la arena de playa caiga al abrir el libro, olvidaré lo vivido, recordaré lo perdido.
Porque no existe silencio más ensordecedor que el silencio de tu risa.
No hay herida más mortal que el arrepentimiento tardío. Tortura más cruel que el saberse verdugo de uno mismo.
Y cuando los miles de granitos de arena caigan al suelo, tú ya no estarás aquí, yo ya estaré sin ti.
Porque no existe silencio más ensordecedor que el silencio de tu risa.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me has hecho recordar, pensar y por supuesto me has hecho llorar.
ResponderEliminarJooooooooo
Antes de rendirnos.. fuimos eternos (Ismael Serrano)
ResponderEliminar