Relatos, cuentos y otras historias…



jueves, 4 de marzo de 2010

A la orilla del mar

Mi cuerpo se ha dejado abrazar por la arena, el calor baña mi piel y el mar se extiende frente a mí.
Respiro hondo, huele a sal.
El ronroneo de las olas me adormece. El sol reina el cielo azul que se expande ante mis ojos. Esponjosas nubes blancas lo recorren, se mueven lentamente, viajando despacio, movidas por la leve brisa que las empuja paseando sobre mí. Es el mismo viento que acaricia mi piel. Lo agradezco. Fugaces segundos que refrescan mi piel.
Mis pies se hunden sobre la arena. Fuera quema, dentro es calmada y fría.
La humedad se pega al cuerpo. Mis labios saben a sal.

El dulce estruendo de una fuerte ola al romper, es seguido del tímido roce del agua que moja mis pies. Vuelve hacia atrás. Arrastra la arena, me arrastra a mí. Poderoso imán en la inmensidad del agua, del mar infinito, que me atrae hacia él.

Cierro los ojos. Seguiré en la playa, sobre mi lecho de arena, arropada por el sol mientras el mar continúa susurrando su nana para mí.

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