Relatos, cuentos y otras historias…



jueves, 14 de enero de 2010

Londres

Mágico núcleo de interculturalidad, donde se respira el aroma de la eterna caballerosidad inglesa, del saber estar, del alma de lo bohemio, del arte callejero…

Capital húmeda pero cálida. Grande pero acogedora. Sobria pero loca.

Cuna de artistas, de Lores, de Reyes y Reinas que un día allí perdieron la cabeza, de oscuras leyendas entre la niebla… pero el sol también sale en Londres y pasea por sus infinitos parques.

Me gustan sus contrastes, su libertad y su marcada indentidad propia intocable a lo largo del tiempo.

Recuerdo su olor a tierra mojada, la fina lluvia apenas imperceptible mojar mi cara, el manto de hojas doradas a mis pies en Hyde Park, los paseos, las ardillas, la marabunta contracorriente de Oxford Street, la sonrisa del hombre hindú de la tienda “veinticuatro horas”, el café aguado, el cine de la esquina, la música transeúnte en algún rincón del metro, su protocolo urbano, la majestuosidad del Támesis bañando los atardeceres de plata, la segunda planta de los autobuses rojos, los recuerdos de mi padre de su juventud sesentera viviendo allí, Hammersmith, los tejados desde mi ventana…

Fue la primera ciudad extranjera que conocí, cuando entusiasmada y adolescente, cogía un avión rumbo a su hechizo, para fundirme en él para siempre.

Londres. No es una ciudad. Es la ciudad.











































Fotografía: Natalia Piñuela






3 comentarios:

  1. Muy bonita tu descripción de Londres y qué fotos!!!!!, encima eres buena fotógrafa, jolines, lo tienes todo. Así me gusta.

    ResponderEliminar
  2. Que bonito paseo por Londres, mágico. Ya no queda nada para disfrutar de nuevo. ;-)
    Un besito, Ari.

    ResponderEliminar
  3. Comparto todo lo que dices. ¡Qué gran ciudad!

    ResponderEliminar